24 de Septiembre de 2024
Por Thals R Volmar
El departamento financiero de la empresa debe ser tan importante como la administración general de la empresa, con la pequeña diferencia que está dirigido preferentemente por la administración general. No todas las empresas tienen un departamento financiero, porque dicho departamento está sujeto a limitaciones en términos de recursos humanos y presupuestarios. Sólo las grandes PYMEs y grandes empresas cuentan con un departamento financiero.
En las micro y pequeñas empresas, el propietario o empresario y/o el gerente o jefe simplifica las funciones de gestión financiera con la responsabilidad de control y contabilidad. Sin embargo, el control aquí mencionado está sujeto a la contabilidad, y en estos entornos sólo se trata de operaciones vinculadas a la contabilidad financiera mediante cuadernos contables, software, etc., y no de una oficina que se ocupa de los asuntos financieros del negocio. En la mayoría de los casos, es el responsable de la empresa quien cumple esta(s) finalidad(es).
En las medianas y grandes empresas (MGEs), el departamento financiero se crea para la gestión de los asuntos contables y financieros. Su misión es administrar y gestionar los asuntos financieros de la empresa, y eso es lo que la hace tan importante. Internamente ejerce sus competencias de gestión financiera sobre todos los departamentos o secciones e incluso sucursales dependiendo del tamaño y organigrama de la empresa a través de su módulo de control financiero; de la administración general que asesora los gastos simples de compra de agua mineral para las personas.
El departamento financiero de la empresa ejerce sus funciones de gestión y control financiero gracias al saber-hacer de personas especializadas como, por ejemplo, en efe, el contable, el interventor, el tesorero, el analista financiero, etcétera. En consecuencia, los servicios de control y gestión del departamento financiero se extienden rigurosamente a todas las operaciones relacionadas con los ingresos y gastos de la empresa. Todos los servicios o departamentos de la empresa necesitan dinero para funcionar, por lo que el departamento de finanzas extiende sus acciones a todos aquellos.
Ya sabe que el director general financiero que es el jefe del departamento de finanzas desde el interventor, el jefe de contabilidad, etc., son directores, y/o uno de sus subdirectores puede traer a su oficina personas de otros departamentos para interrogarlos sobre cuestiones relacionadas con las operaciones de ingresos y gastos de la empresa. Durante las asambleas o reuniones de los directores de la empresa, la voz del director general financiero es una de las más escuchadas o importantes.
Por lo dicho anteriormente, el departamento de finanzas de la empresa agrupa sus operaciones en cinco categoríos: 1. presupuesto; 2. financiamiento; 3. ingresos; 4. capital de explotación ; 5. y control. De hecho, participa en el desarrollo de estrategias y desarrolla las estrategias financieras de la empresa de acuerdo con la fiscalidad y los objetivos establecidos por la administración general o el consejo de adminitración general. En este punto, interviene principalmente río arriba a través de operaciones presupuestarias y financieras.
Externamente, el departamento financiero de la empresa se mantiene al día con la evolución del mercado en materia de normativa fiscal y otras. Responsable de la buena salud financiera de la empresa, interviene en las fases anteriores y posteriores pra garantizar la rentabilidad de la empresa. Por ejemplo, sin el asesoramiento de la dirección de marketing y/o ventas, puede bloquear o cerrar cuentas de clientes si considera que no están en línea con las estrategias financieras de la empresa; puede hacer retirar del mercado tal o cual producto si considera que no es rentable para la empresa, etcétera.
Internamente y externamente, el departamento financiero de la empresa es también un órgano ejecutivo y de toma de decisiones que controla las operaciones de la empesa para que sea rentable y solvente. También desempeña un papel proactivo en las acciones a tomar para optimizar las actividades de la empresa y asegurar su sostenibilidad. Por eso, en tiempos de crisis y/o turbulencias, es el órgano ideal para poder actuar para que la empresa sea resiliente.